martes, 20 de septiembre de 2011

El diseño de Stolarski: la salvación






por Napoleón Martín del Campo
exalumno de la 5a. generación

Pareciera que el diseñador gráfico en la actualidad está confundido con una identidad errónea, se le percibe ante todo como una persona que puede solucionar problemas de estética en diversos soportes, tanto impresos como digitales, y su trabajo es que las cosas se “vean bien”, complaciendo su gusto visual como el del cliente.

Y es que en parte, la estética es una línea académica que debe ser aprendida en esta formación profesional, pero, no es sólo eso. Richard Buchanan hace una reflexión sobre el campo del Diseño y cómo se han perdido los conceptos clásicos reflexivos, adoptando conocimientos indisciplinados y antagónicos, que solamente confunden al público en general y a las mismas áreas del Diseño.
El diseñador gráfico tiene el gran compromiso de resolver problemas que tienen que ver con la comunicación; es importante que sepa cómo dirigir un proceso de creación visual y educarse para dominar conceptos que lo lleven por el camino pertinente al momento de tomar decisiones. La argumentación es su herramienta principal, preguntarse ¿para qué y por qué debe solucionar un proyecto gráfico? le ayudará a tener bases sólidas, y hasta entonces podrá llegar al punto en el que pueda preguntarse ¿cómo lo voy a hacer?

Un proyecto de Diseño Gráfico no es para su realizador, y tampoco es para su cliente, el trabajo que se realiza es para el usuario final, es decir, para el cliente de su cliente; y lo que se le presente le debe ser significativo, teniendo el poder de persuadirlo con el mensaje que se envía. Pero lamentablemente cómo va a lograr un pensamiento crítico en el espectador, si ni siquiera el mismo diseñador sabe cómo generarlo en su campo laboral.

Es importante que el diseñador se prepare para entender qué es lo que percibe el público que carece de conocimientos en la naturaleza del Diseño, evitando esa debilidad en la comunicación visual, por eso es imprescindible trabajar con conciencia de qué es lo que se quiere transmitir en los mensajes gráficos.

En un proyecto de Diseño, la expresión gráfica va más allá de las representaciones codificadas, durante todo el desarrollo existe un proceso de comunicación donde convergen ideas y formas. El diseñador debe entrar en contacto con factores perceptivos, conceptos visuales y modos de comunicación cercanos a las artes plásticas y al Diseño Gráfico.

El diseñador profesional va más allá de ser creativo de forma intuitiva, es competente para generar y comunicar ideas; es un investigador y toma el tiempo necesario para encontrar los argumentos pertinentes que le permitan visualizar las figuras necesarias que estarán presentes en el proyecto que esté desarrollando; de tal manera que se convierte en conocedor e interprete de los procesos de comunicación del producto; es emisor y receptor al mismo tiempo, ya que puede interpretar conceptos que requieren de un trabajo formal y expresivo, en los que se unen la funcionalidad, la creatividad y la estética.

Un ejemplo de cómo trabajar la comunicación y el Diseño Gráfico de manera profesional es visualizar la magnitud del proyecto, reconociendo las alternativas posibles que permitan llegar al resultado óptimo; como es el caso de Andre Stolarski.

Andre Stolarski es diseñador gráfico, investigador y escritor. Fue responsable del departamento de Diseño del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro de 1998 a 2000. Actualmente es director de Tecnopop, una de las empresas de Diseño más importantes de Brasil; además de pertenecer a la Asociación Brasileña de Diseñadores Gráficos.

La metodología de Stolarski es crear una experiencia completa en el usuario. Para él, algo más que la creatividad, es poder entender lo que sus clientes necesitan; su metodología estructurada de trabajo está apoyada en la excelencia en el servicio, en los procedimientos de relación, en las herramientas de gestión y la productividad. Podríamos considerarlo un facilitador en todas las etapas de la producción de un proyecto complejo; las acciones que realiza van desde la organización de un flujo eficiente de información, buscando las mejores soluciones de imagen visual, hasta la logística de distribución de los productos.

Veamos como Stolarski pone en acción sus conocimientos y habilidades en el campo del Diseño, al encontrar la proyección argumentativa en la imagen que desarrolló para la 29ª. Bienal de São Paulo, Brasil.

En el mensaje contenido en la imagen para la Bienal de São Paulo, da énfasis a la idea de que el arte y la política son inseparables. Expresando que el arte, a través de sus propios medios puede compartir y entender el mundo en el que habita actualmente, presentando tópicos que parecieran ajenos a la política, pero lo que se logró fue ampliar el panorama de expectación.

El nombre que se eligió para el evento fue “Siempre hay un vaso de mar para navegar”, una frase tomada del poeta brasileño Jorge de Lima (1952); otorgándole personalidad a la Bienal de São Paulo, principalmente porque reflexiona sobre el mundo en el que vivimos y sus interminables problemas, la incertidumbre y el constante cuestionamiento sobre nuestra sociedad. El arte se hace presente como un ente virtuoso y privilegiado con el poder de entendimiento y capaz de reinventar la realidad. En este “vaso de mar” los artistas pueden navegar, observando un panorama infinito en el que insisten en producir sus obras, teniendo alternativas para seguir adelante, a pesar de todo nuestro entorno.

Estos argumentos pudieron ser plasmados en un cartel gracias al recurso de la metáfora visual, donde se designó un objeto mediante otro, con la capacidad de poseer una relación de semejanza, tanto en forma como en el campo semántico. La imagen presenta, literalmente un vaso con agua, la cual entendemos que es de mar; el cual contiene una brújula hecha de forma casera, con un trozo de corcho y una aguja.

La frase tomada del poema se hace visible ante el espectador, mostrando un entimema, ya que el mensaje es completado por el mismo auditorio. Las diferentes culturas e ideologías están representadas por medio de una variedad de vasos de diferentes tamaños y colores. El impecable trabajo de Diseño que se ha logrado con esta imagen trasciende gracias al esfuerzo por encontrar argumentos validos y significativos para el público; la investigación descubrió una sinergia entre el arte y la política, acercándolas cada vez más sin perder su singularidad.

El proceso creativo de Diseño no solamente se limitó a la parte visual y plástica, sino que comenzó por encontrar la manera correcta de comunicar la magnitud del evento, donde el espacio sería compartido por varias formas de pensar, que hacen del mundo un lugar para vivir, y en el cual podemos compartir nuestras experiencias.

Casos como el de Stolarski nos hacen pensar que el Diseño puede ser salvado, si el diseñador así lo desea; pero debe ser consciente que es una constante formación profesional su campo de acción, no basta con solucionar visualmente los proyectos. Además de la estética, debe dominar la técnica de investigación y saber argumentar los contenidos necesarios que llevarán al proyecto más cerca del éxito. El diseñador debe entender que el Diseño no son sólo objetos, sino también sujetos y espacios, es importante que reconozca la complejidad de los procesos dentro del campo social, y tener compromiso ético al momento de actuar, si es que quiere hacer un trabajo profesional.

El Diseño no está perdido, ya que el profesional puede construir conceptos significativos desde el aprendizaje y el conocimiento, realizando mensajes verdaderos para los usuarios. No debe olvidarse que el Diseño requiere una discusión teórica de los aspectos pertinentes para desarrollar un proyecto, sólo así podrá alejarse de la mecanización de respuesta, y de la excesiva confianza a la tecnología.

martes, 6 de septiembre de 2011

la imagen científica como discurso metafórico

Así se titula el trabajo de titulación de Itzel Álvarez, alumna de la 2a generación de la Maestría en Diseño. Itzel ha continuado reflexionando y escribiendo sobre el tema y lo ha mostrado con mucho éxito en foros de talla internacional como el AISV (Asociación Internacional de Semiótica Visual).

Se puede resumir en el siguiente párrafo:
La imagen científica posee la capacidad de transportar una significación específica, es un soporte que media entre un evento y su expectador, representa un argumento de autoridad científico y es por tanto verosímil. Aunque la ciencia sea objetiva y racional, su cuerpo de conocimiento es comunicable, su fin es la objetividad en el mundo de los fenómenos y busca la interpretación de la realidad. El carácter dialógico que genera la imagen científica es promover la adhesión a una idea por medio de estrategias de persuación.




y aquí la experiencia en la pluma de Itzel de UNA de las varias presentaciones que ha hecho del tema:
fue toda una aventura realmente, la parte "intellectio" previa a mi propio discurso tenía una estructura de maraña para llegar hasta Venecia en una pieza. Me encantó estar en la IUAV ... Los comentarios serenos y reflexivos de gente como Paolo Fabbri, fueron de lo más valioso que encontré en ese rincón de Venecia.
Mi participación se dio en un núcleo sobre ciencias, que trataba sobre imaginarios científicos, y en verdad, creo que fue un excelente ejercicio para medir el camino por donde voy pasando. Yo disfruté mucho mi presentación, fue un parteaguas en toda la expresión, pues la carga elocutiva de los demás era demasiado neutra e inanimada, presentaban una o dos imágenes, y eso que iban a hablar de lo visible!... así que, aproveché eso y expuse de manera espontánea y modulada para llamar la atención de la audiencia... fue todo un hecho retórico, en donde la atención aterrizó en la metáfora no tanto como intersección de sentidos, sino más bien una traslación de estos desde un código abstracto hacía uno concreto. Todos abrían los ojos y no veían tanto las imágenes, me veían a mí... eso me llamó la atención, porque como zarigüeyas que van en la parte de atrás de un autobús, estiraban el cuello para verme a los ojos. Eso fue otro logro retórico, porque mi discurso tuvo, además de una carga epistemológica, una carga emotiva y de pasión por el tema. Me sentí contenta con mi conclusión, puesto que unos doctores en semiótica greimasiana que llevaban a sus alumnos a exponer, me preguntaron más bien como pidiéndome opinión. Lo muy reconfortante fue el entusiasta aplauso que "se les salió de las manos" y se expresó de manera más extensiva y continua que a los demás ponentes. Una chica griega me insistió en que fuera a Grecia a exponer mi trabajo y otra de Turquía también lo sugirió. El congreso siguió su curso, sin embargo, noté que los ponentes hablaban más sobre las metáboles, no tanto de la retórica, sino de los tropos y muchas otras figuras retóricas que detectaron en imagenes. La imagen científica para ellos, es la imagen clásica, eso era lo que ellos manejaban como "científico", cosa que no objeto, pero que, de alguna manera, diferenció mi trabajo por mucho. No sé si decirte que buena o malamente, pero creo sí diferentemente. El contexto te absorbe de muchas maneras -les decía yo-, pero lo más importante es que realmente quieras comprender lo que vas a estudiar, para verlo a la cara y entonces dialogar... y pues pensando en la canción del Escaramujo, pienso que saber no puede ser lujo... estrellas y átomos son lo mismo, como dijo Flamallion, mis imágenes nos acercan a lo que nuestros sentidos no pueden percibir, ir más allá de la estratósfera... o más allá de las micras, nos deja sin límites en mediciones y sin orillas por determinar.
Me aceptaron en Argentina para agosto, pero será una aventura más.